Es cada cuatro años cuando durante un corto pero, eso sí, intenso de tiempo los componentes de la clase política de nuestro país saltan a la palestra para recabar el voto de los españoles.
Es un rito, como tantos, parecido a ese que tenía lugar cada año en Punxstawnwey (“El día de la marmota”). Todos los políticos se engalanan, los asesores de imagen hacen su particular agosto, las tertulias televisivas y radiofónicas no dejan de sonar monotemáticamente durante ese periodo, con los típicos visionarios discutiendo si ganará este partido o aquel. Bueno.
La raíz reside en el reciente debate de los Prepuestos Generales del Estado, que están siendo debatidos en el Congreso de los Diputados, o el Mercado de los Diputados, como ustedes mejor lo vean, porque yo si que vislumbro claramente de que se trata de un autentico Mercadeo de los diputados.
Un mercado donde los mercaderes son elegidos por todos nosotros y juegan con nuestra voluntad como si se tratase de objetos o de cifras. Menos mal que siempre hay alguna gloriosa excepción, y no me refiero a ningún partido en concreto, sino a Diputados con nombre y apellidos.
Y es que el Gobierno ha sido capaz de comerciar con todo tipo de mercancías con el fin de sacar adelante estos PGE; no sólo él, sino también el partido que lo sustenta y los que lo han apoyado. Analicémoslo.
El Gobierno ha sido capaz de seguir creando más diferencias entre las regiones que conforman España. Más autonomía a
¿Son acaso esas dos regiones privilegiadas dentro de España? No, ¿verdad? Entonces, ¿donde encontraremos el por qué de esas inversiones desmesuradas en esas regiones y no en las demás? Pues está claro, en el Mercadeo de esos diputados, que buscan “sacar tajada” (Josu Erkoreka, portavoz parlamentario del PNV) y sus propios intereses de mantener la poltrona y no buscan satisfacer las necesidades de los ciudadanos a los que una vez pidieron su voto.
El PNV, un partido nacionalista, conservador y anquilosado en un pasado sin raíces. Su electorado es el típico ciudadano de clase acomodada, con ideas reaccionarias y nacionalista. Entonces, ¿por qué su partido apoya a un partido de izquierdas, progresista y que vela por la unidad de España? No me digáis porque busca lo mejor para sus ciudadanos, porque no hay quien digiera semejante bola. Es una vez más por el mercadeo de los diputados, os recuerdo amigos que próximamente habrá elecciones en aquella maravillosa tierra del norte de nuestro país.
En el mismo mercado encuadramos al BNG y al mercader del puesto de UPN que ha seguido las instrucciones de sus capataces. BNG y PSdG-PSOE socios de gobierno en Galicia, y UPN gobierna en minoría en Navarra, se ve claramente el mercado, ¿verdad?
De elogiar es la postura del diputado de UPN que saltándose las directrices de sus “jefezuelos” ha votado en conciencia y de acuerdo con los principio de su partido, que son los mismos que comparten y mantienen los navarros que le pusieron ahí. Y no hace falta más explicaciones, creo yo.
Manuel Martínez Sirvent