jueves, 23 de octubre de 2008

"El Mercadeo de los Diputados"

Es cada cuatro años cuando durante un corto pero, eso sí, intenso de tiempo los componentes de la clase política de nuestro país saltan a la palestra para recabar el voto de los españoles.

Es un rito, como tantos, parecido a ese que tenía lugar cada año en Punxstawnwey (“El día de la marmota”). Todos los políticos se engalanan, los asesores de imagen hacen su particular agosto, las tertulias televisivas y radiofónicas no dejan de sonar monotemáticamente durante ese periodo, con los típicos visionarios discutiendo si ganará este partido o aquel. Bueno.

La POLITICA, el mayor arte al que el hombre está llamado a participar se convierte así en un rito sucio, oscuro, lleno de intereses y de hombres interesados. Y claro, el lector se preguntará, a donde quiere llegar con este título y con este comienzo.

La raíz reside en el reciente debate de los Prepuestos Generales del Estado, que están siendo debatidos en el Congreso de los Diputados, o el Mercado de los Diputados, como ustedes mejor lo vean, porque yo si que vislumbro claramente de que se trata de un autentico Mercadeo de los diputados.

Un mercado donde los mercaderes son elegidos por todos nosotros y juegan con nuestra voluntad como si se tratase de objetos o de cifras. Menos mal que siempre hay alguna gloriosa excepción, y no me refiero a ningún partido en concreto, sino a Diputados con nombre y apellidos.

Y es que el  Gobierno ha sido capaz de comerciar con todo tipo de mercancías con el fin de sacar adelante estos PGE; no sólo él, sino también el partido que lo sustenta y los que lo han apoyado. Analicémoslo.

El Gobierno ha sido capaz de seguir creando más diferencias entre las regiones que conforman España. Más autonomía a la Comunidad Autónoma del País Vasco (I+D+i), equiparación de la Ertzainza con el CNP a nivel de prejubilaciones (veremos a ver cuando es al revés en cuestión de sueldos). Y más millones de Euros para aquellas tierras. Al igual que con Galicia, por recibir el apoyo del BNG.

¿Son acaso esas dos regiones privilegiadas dentro de España? No, ¿verdad? Entonces, ¿donde encontraremos el por qué de esas inversiones desmesuradas en esas regiones y no en las demás? Pues está claro, en el Mercadeo de esos diputados, que buscan “sacar tajada” (Josu Erkoreka, portavoz parlamentario del PNV) y sus propios intereses de mantener la poltrona y no buscan satisfacer las necesidades de los ciudadanos a los que una vez pidieron su voto.

El PNV, un partido nacionalista, conservador y anquilosado en un pasado sin raíces. Su electorado es el típico ciudadano de clase acomodada, con ideas reaccionarias y nacionalista. Entonces, ¿por qué su partido apoya a un partido de izquierdas, progresista y que vela por la unidad de España? No me digáis porque busca lo mejor para sus ciudadanos, porque no hay quien digiera semejante bola. Es una vez más por el mercadeo de los diputados, os recuerdo amigos que próximamente habrá elecciones en aquella maravillosa tierra del norte de nuestro país.

En el mismo mercado encuadramos al BNG y al mercader del puesto de UPN que ha seguido las instrucciones de sus capataces. BNG y PSdG-PSOE socios de gobierno en Galicia, y UPN gobierna en minoría en Navarra, se ve claramente el mercado, ¿verdad?

De elogiar es la postura del diputado de UPN que saltándose las directrices de sus “jefezuelos” ha votado en conciencia y de acuerdo con los principio de su partido, que son los mismos que comparten y mantienen los navarros que le pusieron ahí. Y no hace falta más explicaciones, creo yo.

Manuel Martínez Sirvent

miércoles, 22 de octubre de 2008

"Memoria Histérica"

Desde hace ya algunos años, las teorías revisionistas de la guerra Civil Española han quedado obsoletas desde diversas líneas de investigación histórico-política.. Desafortunadamente, desde diversos sectores de la política actual de los que se ha apoderado una especie de “histeria colectiva”, se está volviendo a reabrir, de una forma insensible, las heridas de dicha cruenta guerra.

 Cuando alguien  rescata del pasado determinados recuerdos y rencillas, normalmente lo hace desde la perspectiva del rencor y el revanchismo ya que la sociedad democrática en la que vivimos está sustentada en todo lo contrario: el consenso, el fin de la división, la amnistía, el empezar desde cero, etc. Por tanto, la vuelta a estas obsoletas tesis revisionistas se trata si más de un deseo de volver a reabrir esas heridas del pasado que, con la afortunada llegada de la  democracia comenzaron a cicatrizarse.

Y todo esto suena un poco paradójico para mí puesto que en un país democrático el gobierno de turno debe luchar por cohesionar a la sociedad, unirla, fomentar la convivencia. Por lo que realizando políticas de ese tipo lo único que se consigue es dividir aun más la sociedad si cabe.

Pero el problema más grave ya no es la cohesión de la sociedad democrática, si no el hecho que se destine una gran cantidad de jueces, recursos y tiempo en esta pírrica batalla de Garzón auspiciado por el actual gobierno, cuando actualmente, uno de los principales de nuestro “Independiente” sistema judicial es el colapso en el que está inmerso al no dar abasto a todo el trabajo que tiene con todo lo que ello supone.

Es de sentido común saber en qué gastarme el dinero si en desenterrar muertos o en evitar que maltratadores, violadores y pederastas vuelvan a actuar. Esto a mí sí me produce histeria.

 

 

José María Martínez Sirvent