Han pasado ya cuatro años desde que cuatro jóvenes idealistas decidieron hacer realidad un sueño: “cambiar el mundo”. Esta expresión sabe a utopía y es que cambiar el mundo es utópico, pero intentarlo es humano, incluso diría que es un obligación moral de todo ciudadano poner medios para mejorar la sociedad en la que vive. Pues esa es la IDEA que pusieron en práctica estos cuatro jóvenes: hacer algo para mejorar la sociedad en la que vivían.
Esta idea, pronto se transformó en un proyecto que, con mucha ilusión y ganas de trabajar, comenzó a caminar en el municipio de Rojales el 16 de mayo de 2004, en un lugar entrañable y acogedor llamado “La Noria”.
Pero, como en todos los proyectos, las dificultades surgen y, junto con el pesimismo de no alcanzar los ambiciosos retos propuestos, mermaron esa ilusión primera. Y la verdad es que, todo caminar nunca está exento de obstáculos, dificultades, dudas, desánimo, etc. Sin embargo, ahí está la grandeza de caerse y volver a levantarse, de tropezar y seguir caminando, de sufrir con dureza el agotamiento y aguantar, puesto que la meta está ahí, cada vez más cerca.
Esta reflexión no pretende ser un recuerdo nostálgico tan volátil como efímero, si no que quiere ser una contundente afirmación: Estamos aquí, nunca nos hemos ido y ahora la ilusión es más fuerte que nunca. El tiempo nos ha ayudado a madurar nosotros, a madurar las ideas y a aprender.
Finalmente, apelo a la praxis, a que, con “el Espíritu de la Noria” sigamos adelante a edificar poco a poco sobre el sólido cimiento que ya hemos construido entre todos.
Txema
Portavoz de USDE
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