domingo, 14 de septiembre de 2008

¿Quién le ha dicho a usted que yo quiero que lo hagas por mí?

Cuando uno tiene la desgracia de encontrarse con artículos de opinión como con el que yo me encontré hace unos días, se es consciente que sí, existe la Esquizofrenia Social y esta reside con especial gravedad en nuestro pais. Uno de mis más sabios profesores una vez me dijo que el periodista es una de las profesiones más detestables con la que la sociedad se podría encontrar. Evidentemente, no es que yo comparta su opinión, pero la verdad es que en muchas ocasiones quienes llenan lo periódicos de columnas son auténticos bobos que parecen llevar la visión distorsionada o que, sin más, debieran de dedicarse a otra cosa con más provecho, como por ejemplo la recojida de patatas, o en su defecto, de uva, ya que se acercan las esperadas comerciales navidades y pronto hay que celebrar el fin del 2008. Imagino que por esas fechas, en el ámbito de lo político seguirá siendo actualidad la famosa crisis a la que, en opinión de muchos, Zapatero nos ha conducido. 

 Ahora bien, ¿qué es la esquizofrenia social? La esquizofrenia social no es más que aquella enfermedad que muchos políticos nos otorgan. Sí, ha oido usted bien, es una enfermedad otorgada, que muchos políticos, y con ellos su entorno oculto, no diré no obstante de que color ni de que partido, pretenden insertar en la conciencia social, para dirigir a la masa a la más alta de sus pretensiones, el poder. Y es que el deseo de poder puede resultar el más rotundo de los pecados, y es en ese deseo, estimado Alejandro Llano, en donde se puede olvidar a los débiles a los que usted menciona en su bodrio artículo del pasado 12 de Septiembre. En ocasiones, me hace gracia la ligereza con la que algunos usan la palabra, o más bien, la expresión "no tener ética", como si vagamente se pudiera definir qué es la ética, o como si fueran ellos los que la poseyeran. Quizá sea ética los principios morales de su rancio cristianismo determinado a un neo-conservadurismo de pacotilla que usa a sus pobres y débiles cuando pueden sacar rentabilidad de ellos, y de igual modo el empleo de la Iglesia en beneficio de qué, de la consecución del poder, del dominio del Estado, que ahora resulta, o más bien a algunos resulta, opresor y que condena a nuestra sociedad a la pobreza. Señores, no ha llegado aún el fin del mundo, no profeticen el desastre... La cara se me quedó hecha un pan cuando observé ridículamente el complejo matrimonio de conceptos entre la crisis económica y el famoso y polémico suicidio asistido al cual, según muchos, nuestro "satánico gobierno", nos está conduciendo.  Quizá sea verdad, y acabemos entrando en la corrupción de la España que unos tanto aman y otros tanto odian. Llevo escuchando alrededor de cuatro, más bien cinco años, que el actual gobierno está rompiendo España, que la está delimitando y desquebrajando. Ahora, tras la intención enloquecedora del gobierno de corromper al estado, para muchos, ha llegado la hora de corromper a los individuos, de incitar al mal en sí mismo. Parece que para algunos todo empezó con la polémica ley de matrimonios homosexuales y del divorcio exprés, tal vez ahora llega el momento del suicidio asistido y el aborto libre. Para mi sorpresa, tales proposiciones de ley no fueron proposiciones del gobierno, ni tan siquiera del Grupo Socialista, aunque muchos ya lo atribuyen al masón de Zp. En fin, que decir de los argumentos de una España que carece de vértebras sociales a los ojos de muchos.

  Todo esto no es más que una opinión personal, quizá José Miguel Serrano y su colega Alejandro tengan la suficiente inteligencia para poder dilucidar la conexión entre tan dispares asuntos...yo a tanto, no llego. Imagino que, a opinión de estos, pronto aparecerán spots en las televisiones de los españolitos, y digo españolitos porque muchos piensan que el españolito es un espectro memo. En estos spots ser podría anunciar: ¿quiere el suicidio? Nosotros se lo proporcionamos, nosotros lo asistimos con calidad. ¿Porque hacerlo sólo cuando nosotros podemos hacerlo por usted...? Gobierno de España. Menos mal, y gracias a Dios, el conjunto del grupo Socialista en el Parlamento se abstuvo en la votación, salvo algunos votos a favor, cosa que recalca una notable división relativa al tema concreto, porque no quiero imaginar si la proposición de ley hubiera salido adelante. No obstante, aún queda mucho por romper en este país y vendrán más: "¿quién ha dicho que yo quiero que lo hagas por mí?", de lo cual, me ahorro la referencia explícita. Pero ésta sigue siendo nuestra España, una España grande, grande en luchas que pierde el tiempo en lo que algunos creen que merece la pena y no comparten esfuerzos en resolver lo que realmente importa... y el ciudadano de la incomprensión sigue sin comprender qué es lo que en el fondo ocurre. 

 

 

Iván M.Ferrer

 

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